Una brecha en el espacio tiempo en la continuidad de Google StreetView. Eso fue lo que generé aquel frío día de 2015. Una disrupción temporal, ¡de la que tú mismo puedes ser testigo!

Todo comenzó una fresca mañana de otoño, cuando vi pasar el emblemático coche de Google Street View por las quietas calles del pequeño pueblo en el que habito. Pasó por el Boulevar 34, hacia la laguna, raudo por una calle que se cortaba pocas cuadras. Y yo le dije a mi tío: “Oye, tío. Estoy casi seguro que el coche de Google va a volver a pasar en segundos, porque me juego la vida que está barriendo el pueblo. Yendo y viniendo.  ¿Vamos frente a la panadería para quedar inmortalizados?” Y mi tío acepto y entonces salimos, nos paramos en la calle y a los segundos el coche de Google volvió a pasar. El resultado de ese encuentro lo puedes ver aquí.

Pero después me dio un poco de culpa. Yo estoy casado con una mujer a la que amo con todo mi ser y con la que me gusta compartir estas tonterías; no la quería dejar afuera del chiste. Así que agarré la bicicleta y fui a toda velocidad hasta mi casa: “María, María“, grité al llegar. “¡Agarrá tu bici y seguime! ¡No hay tiempo de explicar!” Y María agarró su bici y me siguió. En el camino, le conté del asunto, que el coche de Google estaba barriendo la ciudad de boulevar a boulevar y que quería que nos sacara una foto juntos. A ella le encantó la idea, así que me dio un beso y nos quedamos en uno de los boulevares, haciendo guardia a la espera de nuestra presa. Aquí, a lo lejos, se me puede ver en mi bici amarilla, vigilando. ¡Y aquí también!.

Por suerte, el coche no tardó en aparecer.  Salió por la calle 30 y se metió por la 28. Lógicamente, iba a volver por la calle 26. Todo calculado. Y, como teníamos tiempo, hasta nos dimos el lujo de buscar una linda esquina, con sombra, y acomodar las bicis para que también salieran. ¡Mira qué bonitos estamos!

¿Qué tiene que ver todo esto con una brecha en el espacio tiempo de Google Street View? Pues… que nos cegó la ambición. Quisimos más, más, máaaasss. Y entonces, con el patrón del coche identificado, en una ciudad muy chica, fue pan comido localizar el coche de vuelta. Pero esta vez… esta vez quisimos salir de frente, andandando en nuestras bicis. Y lo interceptamos por la calle 24, andando en contramano, pegados al cordón de la vereda, ambos con una sonrisa de oreja a oreja. Pero, de eso, no tengo evidencias en línea, no hay absolutamente ninguna foto en Google que testifique mi presencia allí, aunque allí yo estuve. Por suerte, soy un tipo precavido y guardé una imagen del hoy inaccesible modo histórico, en el que se nos ve de lejos (en contramano).

Los primeros meses que estuvo en línea el primer mapeado de Navarro (de abril de 2015) el mapa saltaba unos 40 metros desde la visión de la foto, justo en el espacio donde Google se cruzó con nosotros, desapareciéndonos por completo. Y se nota que el resultado (ese salto feo en el espacio) no gustó demasiado en Google HQ, porque al mes siguiente el coche de Street View volvió y mapeó esa zona de vuelta. Cuando existía el archivo histórico, y uno navegaba esa zona en abril de 2015, durante esos pocos metros el soft forzaba la visión del mapa de mayo y no había posibilidad de acceder a las de abril. O sea, me borraron de Google Maps.

Recuerdo con doloroso detalle cómo cambió la cara del conductor cuando nos vio venir de frente. Antes de vernos, lucía una sonrisa calma y serena, deleitándose de las miradas asombradas de los peatones ante un artilugio tan extraño en un pueblo tan tranquilo. Pero cuando nos vio… pobre… sus ojos se llenaron de furia y frustración con un dejo de “ufff, me cago en la vida”. Y hasta tuvo tiempo de hacerme un facepalm. Sí, un humillante y merecidísimo facepalm, dirigido a mi. Así que aprovecho: Amigo conductor de Google, si estás leyendo esto, me disculpo muchísimo. No sé lo que hice, pero no lo volvería a hacer.

Claro que tengo alguna teoría respecto a lo sucedido, de por qué Google me borró por completo de su mapa. Debe tener que ver con haberlo emboscado de contramano, supongo. Tú, ¿que crees que fue?

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