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El gobierno francés ha desarrollado una herramienta que le permitió detectar más de 20 mil estructuras no declaradas. Con el registro de las piscinas aumentan los impuestos.

Europa atraviesa por una de sus peores sequías de toda la historia. En algunos de sus ríos se han descubierto piedras con inscripciones antiguas que marcan momentos similares que terminaron en grandes hambrunas.

En este contexto es que las autoridades francesas han comenzado a utilizar inteligencia artificial para descubrir piscinas no declaradas. El resultado ha sido la detección de más de 20 mil estructuras. Como consecuencia el fisco francés ha obtenido unos EUR 10 millones.

Observando nuevas construcciones

El software para esta tarea fue diseñado en colaboración por Google y la consultora Capgemini. Con el se examinaron imágenes aéreas tomadas en 2021 de nueve regiones de Francia.

Al parecer uno de los factores que han producido un incremento en el número de las piscinas ha sido el teletrabajo. Simplemente porque es una forma sencilla de refrescarse en verano.

Una posibilidad que se está considerando es utilizar la misma herramienta para verificar la construcción de extensiones no declaradas. Mayormente patios, galerías y miradores. Sin embargo, antes de que esto suceda el gobierno quiere asegurarse de que no recibirán un montón de alertas por cuestiones tales como la casa para el perro o la casita de juegos de los niños.

El agua

El agua es un recurso precioso que a menudo damos por seguro. Sin embargo, cuando se produce una emergencia algunas opciones que nos parecen extremas resultan posibles. Más de 100 comunidades en Francia están experimentando falta de agua potable.

En el noroeste y sureste la irrigación se ha prohibido. No es raro que el partido verde haya sugerido que aún como última medida el país podría verse obligado a prohibir la construcción de nuevas piscinas.

Imagen: Eric Gaillard/Reuters

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