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Xbox, PlayStation… las consolas siempre vienen con sus propios mandos oficiales, unos mandos que cuentan con las características básicas y esenciales, suficientes para la mayoría de los usuarios, pero que no van mucho más allá. Sin embargo, los jugadores exigentes siempre quieren ir un paso por delante, y si eres uno de ellos y estás buscando un mando PRO, con lo mejor de lo mejor, no busques más: SCUF tiene lo que necesitas. Hoy analizamos el SCUF Instinct Pro, el que seguramente es el mejor mando que puedes comprar para consolas Xbox y PC.

Los mandos llamados «Pro» cuentan con una serie de características y mejoras respecto a los mandos oficiales de las consolas para que los jugadores puedan jugar mucho mejor, e incluso en algunos casos ganar una ventaja competitiva. Microsoft y Sony tienen sus respectivos mandos Elite y Edge, al igual que otros fabricantes también comercializan este tipo de periféricos. Entre otras características, un mando Pro debe tener botones de acceso directo (totalmente personalizables) que podemos usar con los dedos que quedan detrás del mando, así como opciones de ajuste de peso, bloqueo de gatillos y piezas modulares que podemos cambiar en busca de mejores, o en caso de que las que usamos, por algún motivo, se rompan.

SCUF, marca propiedad de Corsair, no iba a quedarse fuera del mercado de mandos Pro para las consolas actuales, y en el caso de Xbox, nos ofrece el que, probablemente, sea el mejor que podemos encontrar en todo el mercado: el Instinct Pro.

SCUF Instinct Pro, características técnicas

SCUF cuenta con dos versiones diferentes de su modelo Instinct. La primera de ellas, la esencial, introduce las principales características del mando. Estas son:

• 4 botones personalizables en la parte trasera, los cuales podemos configurar hasta con 16 funciones diferentes (para cualquiera de los botones del mando).
• Botón de cambio de perfil. Nos permite cambiar entre 3 perfiles diferentes, con tres configuraciones totalmente independientes.
• Posibilidad de usarlo con cable o de forma inalámbrica a través de Bluetooth.
• Carcasa desmontable. Podemos elegir entre varios modelos, e incluso sustituirla cuando se estropee o ensucie.
• Joysticks intercambiables. Podemos elegir palancas cóncavas o convexas, más altas o más bajas.

En segundo lugar, SCUF nos ofrece un modelo “Pro” de este mando (que es la que vamos a ver hoy), que incluye, además de todo lo que hemos visto anteriormente, las siguientes funciones únicas:

• Gatillos instantáneos. Nos ofrece la posibilidad de bloquear los gatillos para que se comportan como un botón, ideal para FPS.
• Acabado de goma que nos permite un agarre mucho más cómodo, y sin que se nos resbale el mando durante las largas sesiones de juego.
• Vibrador para una experiencia de juego más inmersiva. Podemos sacar los vibradores para que el mando sea más ligero y preciso.

Por lo demás, el SCUF Instinct Pro es un mando asimétrico diseñado para XBOX One / XBOX Series, que también podemos usar tanto en Windows 10 y 11, en macOS Catalina (o posteriores), en Android y en iOS. Este mando tiene la misma conectividad que el mando original de Xbox, es decir, una conexión Bluetooth para usarlo sin cable a una distancia máxima de hasta 12 metros, o la posibilidad de conectarlo a través de un cable USB tipo C.

El tamaño del mando es 168 mm de largo, 108 mm de ancho, y 53 mm de alto y tiene un peso de 280 gramos. En cuanto a las conexiones, además del conector USB-C, también nos encontramos con un puerto de expansión y una salida de audio estéreo de 3.5 mm.

El mando funciona con dos pilas AA (incluidas), y podemos ponerle cualquier batería compatible con los mandos estándar de Xbox en caso de que queramos. Realmente, en un mando de este precio consideramos que debería incluir la batería ya de fábrica.

Unboxing y análisis externo

El mando viene en una caja de cartón duro en cuya parte exterior podemos encontrar una cobertura de cartón blando adicional, donde veremos una foto del mando en cuestión, con su diseño así como las principales características.

Si sacamos el cartón exterior podemos acceder ya a la caja. Esta caja está hecha de un cartón “premium”, muy fuerte, el cual protege perfectamente al mando. Como se puede ver, está texturizado y tiene en la parte superior el logotipo de SCUF.

Al abrir la caja nos encontramos con el mando en cuestión a primera vista, aunque dentro de un blíster de plástico para protegerlo de posibles daños (cosa que raramente sucederá vista la calidad del cartón del embalaje). Además, hay una espuma que protege los joysticks y la cruceta para que no se dañen durante el transporte.

Debajo del mando tenemos una caja de cartón con los accesorios, así como un (básico) manual de instrucciones.

Dentro de la caja de cartón nos encontramos con el cable USB-A a USB-C que nos va a permitir conectar el mando al PC o a la consola, así como recargar su batería en el caso de que le instalemos una. El cable tiene un mallado de hilo de nailon para proteger su integridad.

También encontramos dos palancas cóncavas que podemos cambiar por las dos que vienen puestas en el mando de serie, y también dos pilas.

Las pilas son Duracell OEM, las mismas que vienen con el mando original de Microsoft.

Vistos los accesorios, ha llegado el momento de ver el mando. Como se puede apreciar, tiene un diseño idéntico al del mando de Xbox original, tanto que parece incluso que han cogido el mismo cuerpo del mando original y lo han personalizado. Hasta la propia Xbox lo detecta como tal, y nos permite actualizar su firmware desde la app de accesorios de Xbox.

Nosotros hemos elegido el color Steel Gray, ya que nos gusta cómo queda el color gris oscuro con los tonos naranjas del mando, pero en la tienda online de la marca podrías realizar una personalización completa del diseño para que quede exactamente a tu gusto.

En una de las empuñaduras podemos encontrar el logotipo de SCUF, mientras que por la parte de detrás de la misma tendremos un acabado de goma muy cómodo a la hora de jugar con el mando.

En la parte inferior central tenemos un botón que nos va a permitir silenciar el micrófono, así como un indicador LED que nos mostrará un color en función del perfil de mando que tengamos habilitado.

La parte superior del mando tiene el botón de conexión, el puerto USB-C y los botones y gatillos L/R. Estos, además, tienen una textura similar a la que vimos en la caja.

En la parte trasera nos encontramos con las principales funciones de este mando. Por ejemplo, podemos ver los 4 botones personalizables (P1, P2, P3 y P4) y un botón, en el centro, que nos permite cambiar de perfil. También tendremos los bloqueadores de los gatillos que nos permitirán convertirlos en botones de acción mucho más rápida.

Podemos ver el detalle de la empuñadora de goma del mando.

Como ya adelantamos en las especificaciones, la carcasa del mando es extraíble. Podemos sacarla con la uña (está sujeta por imanes) y limpiarla fácilmente o sustituirla por otra.

También debemos sacar esta carcasa en caso de que queramos, por ejemplo, cambiar las palancas o extraer los vibradores. Nosotros no hemos sido capaces de sacar los vibradores, y tampoco hemos encontrado instrucciones para hacerlo.

Por último, la tapa de las pilas también usa imanes, y se puede sacar y colocar muy fácilmente.

Probando el SCUF Instinct Pro

Poner en marcha el mando no esconde ningún misterio, y lo único que debemos hacer es colocarle las pilas en la parte trasera, cerrar la tapa, y encenderlo pulsando el botón de Xbox de la parte superior. Este botón parpadeará en blanco hasta que se sincronice con la consola (u otro dispositivo, recordemos que se puede usar con móviles también), y una vez se establezca conexión se quedará fijo en blanco.

Para conectarlo a un PC o a una consola Xbox el proceso es muy sencillo: basta con encender el mando pulsando el botón de Xbox, el cual quedará parpadeando. Una vez encendido, pulsamos el botón de emparejar mando de la Xbox, y acto seguido tendremos que mantener pulsado el botón de emparejar del mando. Cuando el botón de Xbox parpadee varias veces, este habrá quedado emparejado.

Si, por el contrario, queremos conectarlo por Bluetooth (por ejemplo, al ordenador), lo que tenemos que hacer es pulsar el botón de emparejar del mando durante 3 segundos y, cuando veamos que cambia la frecuencia de parpadeo del botón de Xbox, el mando estará listo para conectarse por Bluetooth a un PC, un smartphone, o cualquier otro dispositivo.

El mando se comporta en Windows y en la Xbox de manera idéntica a un mando de Xbox original. Incluso la propia Xbox puede actualizar su firmware desde la app de accesorios. Hasta podemos configurarlo para que el mando inicie sesión automáticamente con un usuario de la consola.

Una de las ventajas de este mando es que no requiere de ningún software para configurarlo. Todo lo podemos hacer desde el propio mando. Para mapear los botones personalizables, por ejemplo, basta con mantener pulsado el botón de “perfil”, de la parte trasera del mando, hasta que parpadee la luz del perfil que vamos a configurar. Acto seguido tendremos que pulsar el botón personalizable que queremos asociar, y el botón al que lo queremos asociar, al mismo tiempo. Así quedará vinculado. Por ejemplo, pulsaremos al mismo tiempo el botón P1 y RB (Right Button) para que, al pulsar dicho botón, el efecto sea el mismo que al pulsar el RB.

Si queremos desactivar los botones, simplemente debemos asociar para uno de los botones (P1, P2, P3, P4) al botón de compartir del mando. De esta forma, cuando pulsemos los botones no harán nada. Nosotros, por ejemplo, tenemos un perfil (el rojo, concretamente) con los cuatro botones traseros desactivados.

En cuanto al uso, el mando es exactamente igual de cómodo que el mando original de la Xbox, dado que tiene su misma forma, tamaño, peso y ergonomía. Si estás habituado al mando original no vas a tener proceso de adaptación alguno, salvo lógicamente para los botones adicionales traseros de los que carece el modelo original. Ciertamente, te costará unas horas habituarte a ellos, pero una vez hecho verás que tendrás una ventaja competitiva importante, ya que es mucho más sencillo pulsarlos estando en forma de palanca en la parte trasera.

Los botones ABXY tienen un tacto extraordinario, y de hecho son más silenciosos que los del mando original, algo que siempre es de agradecer porque no te hacen perder la concentración en el juego. Los dos joysticks son suaves y se mueven como en mantequilla, permitiéndote un control total sobre el movimiento y la cámara en cualquier juego en el que estés utilizando este SCUF Instinct Pro.

En definitiva, estamos ante un mando con una ergonomía excelente y un rendimiento abrumadoramente bueno, con detalles de calidad y comodidad de vida por todos lados y una estética muy impactante.

Conclusión y veredicto

Muchas veces hemos dicho que el mando de Xbox es el mejor mando que podemos usar hoy en día. Su tamaño, perfecto para manos grandes, su distribución asimétrica, y las pequeñas mejoras que le introdujeron en la revisión de la Xbox Series, le hacen el mejor mando tanto para consola como para PC. Por ello, el SCUF Instinct Pro viene a ser, en pocas palabras, perfeccionar lo que ya era excelente.

Además de las opciones de personalización, que siempre son bienvenidas, introduce otras mejoras muy interesantes, como botones y palancas más silenciosos, y los botones personalizables, además del agarre mejorado para las largas sesiones de juego.

La parte mala es que no es un mando precisamente barato, aunque bien es verdad que su precio es similar al de otros mandos Pro que podemos encontrar en el mercado. Se trata de un mando perfecto tanto para jugadores profesionales como para aficionados que quieren dar un poco más de sí a sus habilidades.

En pocas palabras, el mejor mando que podemos comprar para Xbox y para PC. Un mando que, si somos realmente gamers, pasará a formar parte de nuestras vidas.

Por todo ello, hemos decidido darle a este SCUF Instinct Pro nuestro galardón de platino, destacando, además, su diseño.

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