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Los investigadores advierten que esto no supone que en efecto sean adictos. Sin embargo, apuntan que el resultado demuestra la relación negativa que mantienen con el medio.

En Estados Unidos las redes sociales son vistas como riesgosas para la salud mental de los menores. El peligro está vinculado a la generación de comportamiento compulsivo, una variedad de mensajes nocivos y la vulnerabilidad propia de la edad. Algo similar ocurre en otros países, especialmente en Europa.

Y no se trata de una preocupación exclusiva de los adultos. Según un trabajo realizado por la Universidad de Cambridge en el Reino Unido muchos de los jóvenes que utilizan las redes sienten que han perdido el control.

Una mala sensación por las redes sociales

Utilizando el programa Millennim Cohort Study los investigadores le preguntaron a los usuarios entre 16 y 18 años si eran adictos a las redes sociales. El 48% afirmó que era el modo en que se sentían. El porcentaje fue mayor entre las mujeres (57%) que entre los hombres (37%).

Sin embargo, los científicos aclararon que lo señalado no supone que exista una adicción tal y como se define dentro del campo de la medicina. Aún cuando muchos no sean realmente adictos a las redes sociales, la convicción de estar en una relación de esa naturaleza demuestra que la experiencia que consiguen dichos usuarios no es buena.

Diferentes experiencias

Los investigadores han señalado que a menudo cuando se investiga lo ocurrido con redes sociales se espera encontrar un comportamiento vinculado a la adicción que sea similar al que se advierte en los consumidores de drogas ilegales.

Pero la experiencia de los jóvenes que sienten que han desarrollado una adicción puede ser diferente en cada caso. Algunos pueden tener un comportamiento adictivo, otros pueden revisar notificaciones de forma compulsiva, una parte puede necesitar las redes para superar momentos negativos en sus vidas y hay quienes simplemente sienten la presión social que señala que están malgastando su vida.

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