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No son pocos los usuarios que utilizan una silla «cualquiera» en el PC, desde sillas de oficina hasta una silla sin ni siquiera ruedas de la mesa del salón. Otros muchos recomiendan esas sillas baratas del IKEA, que pueden ser cómodas durante usos esporádicos pero que, cuando hablamos de pasarte horas y horas sentado frente a un PC gaming, la cosa cambia y bastante. En este artículo te vamos a contar por qué es una mala idea el usar una simple silla de oficina para tu PC gaming.

Si bien es cierto que las catalogadas como «sillas gaming» suelen ser bastante caras y con diseños que, bueno, parecen de coches de carreras, también lo es el hecho de que están diseñadas para poder estar sentados en ellas durante horas y horas sin sentir molestias en la espalda y cansancio. La calidad y el diseño tienen un precio, y cuando eres de los que pasan muchas horas frente al PC, nuestra recomendación es que consideres la compra de la silla como una inversión y no como un gasto.

No uses una silla de oficina en un PC gaming porque…

Para empezar, hablemos del reposacabezas o el cojín cervical. Tener un reposacabezas cómodo es esencial para tener una buena postura y mantener la concentración mientras juegas en el PC, y de hecho el mantener una postura saludable en la silla colabora en sufrir menos dolores de espalda y cansancio. Si te llevas constantemente la mano a la nuca mientras estás en el PC, plantéate que tu silla no tiene un reposacabezas adecuado (o que ni siquiera tiene uno, claro).

Por desgracia, la mayoría de sillas de oficina no tienen reposacabezas, y las que lo tienen no permiten regular su posición o su altura. Por el contrario, la mayoría de sillas gaming cuentan con cojín cervical que te permitirá ponerlo y quitarlo a voluntad y colocarlo en la posición que desees, lo cual siempre es una ventaja.

Por otro lado, debemos mencionar el diseño. Antes hemos mencionado que la mayoría de sillas gaming tienen un diseño de «coche de carreras» que, a priori, puede parecer un diseño agresivo pero que en realidad está diseñado para promover una buena postura de uso, que te obliga a tener las piernas y la espalda en la posición correcta (y natural) que te ayudará a evitar malas posturas y, por consiguiente, dolores y problemas de espalda. Es interesante que la silla «envuelva» tu cuerpo para ello, y es algo que la mayoría de sillas de oficina no ofrece.

Otro aspecto a tener en cuenta es la posibilidad de ajustar la posición de la silla; normalmente, una silla de oficina te permitirá subir y bajar la altura del asiento con un pistón de gas y nada más, mientras que la mayoría de sillas gaming te permitirán no solo eso, sino también cambiar el ángulo del respaldo, el balanceo e incluso en muchos modelos, la altura y posición de los reposa brazos. Ajustar la silla a tu tamaño y postura es indispensable para poder estar más cómodo y así poder estar horas y horas sentado sin sufrir dolores u otros problemas.

A pesar de que muchas sillas de oficina presumen de proporcionar una ergonomía idónea para estar sentado en ellas durante 8 horas al día, la realidad es que -y esto lo sabemos los que hemos pasado años trabajando en oficinas- terminas con dolores al final del día, todos los días, desencadenando problemas de salud más graves. Sin embargo, y por experiencia propia, un servidor lleva ya más de 3 años trabajando desde su casa con una silla gaming TOP y esos dolores y molestias desaparecieron automáticamente, esencialmente gracias al cambio de silla.

Y es que, no nos engañemos, una silla gaming no es solo estética, sino que han sido concebidas para un ajuste y una personalización que la mayoría de sillas de oficina no pueden ofrecer. Cierto es que existen modelos de sillas de oficina de alta gama que ofrecen lo mismo que las sillas gaming e incluso más, y que efectivamente pueden resultar incluso mejores… pero hablamos de modelos que, por lo general, cuestan en doble o el triple que una silla gaming en condiciones.

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