El presidente del BCRA considera que la amplia adopción de las billeteras digitales hace que dicha situación sea inevitable. También reivindico la regulación de los actores del mercado.

Durante la pandemia Argentina fue uno de los países en los que más creció el comercio electrónico. También se produjo una ampliación notable de los sistemas de pago y las billeteras digitales. El terreno estaba preparado, pero la necesidad de mantener la distancia social disparó el fenómeno.

Según el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, actualmente el 98,5% de la población tiene una billetera virtual. Esto lo ha llevado a realizar una aseveración que hace un tiempo hubiera parecido extremadamente aventurada. Ahora como máximo será una exageración.

El dinero físico va a desaparecer. El cambio es irreversible.

Regulación

Las afirmaciones se realizaron durante la Conferencia Anual de la Asociasión Internacional de Aseguradores de Depósitos en la ciudad de Buenos Aires. Pesce aprovechó la ocasión para recordar que el Banco Central ha regulado la actividad de las billeteras no bancarias, impidiendo que realicen intermediaciones financieras y obligándolas a depositar en instituciones reguladas. En efecto, si revisas los detalles de muchos movimientos de tu billetera digital encontrarás la dirección de un banco asociado.

Es posible considerar que las regulaciones favorecieron un poco a las entidades bancarias tradicionales, pero al mismo tiempo cierto estándares debían ser establecidos. Hace poco les contamos sobre Japón y las billeteras virtuales. En ese caso, ante una problemática similar, se optó por imponer un máximo a los depósitos en estos medios.

Japón: Pago de sueldos directo a las billeteras digitales

¿Realmente es el fin del dinero físico?

Lo más probable es que el dinero físico se use cada vez menos. Sin embargo, su desaparición no es algo seguro. En países donde las tarjetas de débito desplazaron al dinero físico se han detectado algunas situaciones en las que este cambio era inconveniente. La comparación no es para nada perfecta, tanto por el medio como por la situación. Lo más probable es que durante un buen tiempo tengamos dinero físico con nosotros, aún cuando su uso sea mínimo.