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Hay juegos que, por lo que sea, pasan a formar parte de ese imaginario colectivo que los sitúa en lo alto de un pedestal y se mantienen ahí décadas sin que nadie ose llevar la contraria a la mayoría. GoldenEye 007 es obra de Rare. Una Rare en estado de gracia por aquellos años cuando era propiedad de Nintendo y que en muchas ocasiones ha amagado con regresar. Ahora es una realidad y nos hacemos la pregunta del millón: ¿de verdad es para tanto?

GoldenEye 007 y los recuerdos

Nadie va a quitarle a Goldeneye 007 su sitio en el Olimpo de los videojuegos. Aparecido originalmente en el año 1997, vino a mejorar el panorama de los shooters recreando una de las películas más memorables de James Bond. Una conspiración que tenía como protagonista a un sistema satelital capaz de destruir desde el espacio objetivos en la Tierra en un abrir y cerrar de ojos.

GoldenEye 007 pertenece a la época de los shooters que son ahora mismo injugables porque no utilizan dos sticks para mover al personaje y controlar la cámara, por lo que esto último debía hacerse con botones, los que tenía un gamepad de Nintendo 64 que se cogía (recordadlo) desde la pieza central para utilizar la famosa palanquita analógica. Todo un avance para la época.

Ahora bien, que en 1997 nos apañáramos como fuera necesario para disfrutar de este juego y que en su momento nos sobrecogiera por su «realismo» y todos los demás «-ismos» que se os ocurran, no justifica que hayamos tenido que sufrir la turra de los que vienen pidiendo a gritos el regreso de este juego. Teniendo como tenemos emuladores de Nintendo 64 y ordenadores cada vez más potentes, ¿por qué alguien iba a gastar tiempo en una especie de remasterización? Pues lo han hecho.

Ha envejecido mucho y mal

Debo decir por adelantado que soy amante del retro. Mucho. Tengo y colecciono todas las consolas y ordenadores que han aparecido en España desde finales de los 70, pero si existe una época de la que no guardo especial cariño es la de los primeros tiempos del 3D. Salvando PSX y Saturn, tanto Nintendo 64 como después PS2 fueron responsables de infinidad de atentados jugables donde los entornos 3D eran gélidos, vacíos y sin vida.

Ver el tráiler de GoldenEye 007 me ha recordado que esos pasillos de las instalaciones secretas podrían ser, perfectamente, los de un hospital o una residencia. Da lo mismo. La gestualidad de los enemigos es nula, son todos como tótems que apenas se mueven y solo esperan a que los disparemos. Si viviste grandes momentos con este éxito de Rare en los años 90 te envidio porque sabes valorar algo que ya en su época me pareció un cartucho inaguantable. Y no es el único: los Turok también me provocaban una sensación parecida.

Como os decimos, amar el retro no nos hace a todos tener que pasar por el aro de decir que GoldenEye 007 es un gran lanzamiento ahora en 2023. Es una constatación más de que algunos juegos simplemente deberían quedarse en la memoria, mejorando como el buen vino y dejar de intentar redescubrirlos porque les encontraremos muchos, muchos defectos. Y con lo que tenemos encima con ese (aparentemente) soberbio Atomic Heart, cambiar a estas alturas un Ferrari por un Twingo… como que no me apetece.

Por cierto, ¿os había dicho que os estaba troleando? Larga vida al shooter que cambió el rumbo del género en consolas (guiño, guiño).

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