Uber es sin dudas una empresa de servicios con un potencial enorme, pero también con un montón de desafíos a nivel legal y social. Esto sucede tanto por la forma en que actúa la compañía como por los propios vaivenes de los gobiernos y los organismos de justicia.

La Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha señalado que el servicio que ofrece Uber es legal. De esta manera ha contradicho la postura de la fiscalía que sostenía que la empresa no actuaba conforme a la ley y la determinación original de un juzgado penal.

En septiembre del año pasado la justicia había establecido que Uber y su CEO, Mariano Oteo, debían pagar varias multas y estarían inhabilitados para cualquier actividad relacionada con el transporte de pasajeros durante 2 años.

Responsabilidad individual

La Cámara de apelaciones ha establecido que Uber no realiza un uso lucrativo del espacio público sin autorización. También ha señalado que al seguir ofreciendo sus servicios luego de que la justicia le ordenara el bloqueo de la aplicación no ha incurrido en una violación de clausura.

Sin embargo, los funcionarios han aclarado que podría estar infringiendo las normas que impiden las actividades sin licencia o habilitación. Esta falta de permisos y licencias tendría que evaluarse en cada caso en particular.

En otras palabras, Uber no necesita una habilitación para ofrecer su plataforma como un servicio, sin embargo podría ser en parte responsable en los casos en los que sus conductores no contaran con las debidas licencias. Esto parece avalar la postura de la empresa que ha insistido en presentarse no como una empresa de servicios de transporte, sino como proveedora de una plataforma que conecta a los profesionales con sus clientes.

Cabe señalar que otras empresas, como cabify, le exigen a sus conductores que posean los permisos para conducir profesionalmente.