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El gobierno de dicho país quiere crear una base de datos y utilizar la tecnología de reconocimiento facial como un método para evitar el acceso a dicho contenido por parte de menores de edad. También se aplicaría a los sitios de apuestas.

El Departamento del Interior de Australia ha sugerido que podría utilizarse un sistema de escaneo facial para confirmar la identidad de los usuarios, y su edad, antes de que accedan a sitios de apuestas o pornografía.

La idea es comparar una fotografía del usuario con un archivo fotográfico contenido en un documento que el departamento tendría en su base de datos y funcionaría como una licencia.

El objetivo es evitar que los menores utilicen las licencias de conducir de sus padres para evadir los mecanismos de verificación que los sitios de apuestas y pornografía emplean actualmente.

Aplicación

De más está decir que a la gran mayoría de las personas la idea de estar en una base de datos de consumidores de pornografía controlada por el gobierno no les resulta muy cómoda.

El sistema de reconocimiento facial estaría disponible para agencias gubernamentales, bancos, proveedores de Internet y otras compañías, lo que supondría un gran problema en términos de seguridad y un objetivo muy deseable para cualquier hacker malintencionado.

La asociación Eros, un grupo lobista de la industria pornográfica, ha sugerido implementar mayores controles parentales a través de los proveedores de Internet. Esta opción tampoco sería perfecta, dado que existen una gran cantidad de sitios y aplicaciones que permiten evitar las restricciones que se imponen de esta manera.

Antecedentes

Autoridades australianas han señalado que países como Italia, España y Dinamarca han creado con éxito sistemas de verificación para sitios de apuestas. Por otro lado, el Reino Unido abandonó recientemente sus planes para un sistema de control de acceso a sitios pornográficos por problemas técnicos relacionados con la privacidad.

Expertos de la Universidad de South Wales han apuntado a la incapacidad del sistema propuesto para preservar el anonimato de los usuarios. Sin embargo también han destacado los sistemas aplicados en los tres países europeos mencionados anteriormente.

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