En el máximo sigilo y con la mayor discreción el gobierno de los Estados Unidos de América lanzó uno de los típicos concursos/ofertas con el objetivo de competir directamente con Asia en lo que se refiere a los semiconductores. El incipiente crecimiento de TSMC y el acecho de Samsung en varios sectores de la industria ha llevado al gobierno de los EE.UU a atajar el problema de la misma