Un dato que suele pasar desapercibido al momento de analizar la construcción de los viejos refugios nucleares que se volvieron tan populares durante la Guerra Fría, es que jamás fueron pensados como solución permanente. Algunos de los diseños más extremos acumulaban años enteros de provisiones, pero a nivel nacional sólo se podía proveer lo básico y necesario para sobrevivir. Eso llevó al desarrollo de una galleta multipropósito basada en bulgur,