El año pasado fue el año de algunos de los títulos indie más divertidos y espectaculares de los últimos años. Así a bote pronto podríamos acordarnos de Dave the Diver, de Blasphemous II y, por supuesto, de Sea of Stars, una genialidad rolera, inspirada en los viejos RPG de 16 bits de consolas como Super Nintendo, que ha cautivado a millones de jugadores en todo el mundo. Aunque a