Ya que quieren anécdotas, como dejaron claro en la edición anterior del Tiradero Visual de la Semana, voy a aprovechar y les voy a confiar algo que, cada vez que lo cuento, nadie me lo cree. ¡Ni siquiera los mismísimos protagonistas! Algo que llegué a pensar que me lo había inventado, que lo había soñado, pero que no. Ahora sé que no. Durante principios de los años 90s, tal vez mediados,