Aunque no lo veamos en las noticias, no salga en los periódicos y no lo suframos en nuestro día a día, la tensión entre EE.UU y China no está solamente en lo económico. Es una guerra abierta y oculta donde se decidirá la hegemonía de los semiconductores y con ello de la tecnología global. Por eso, Donald Trump y su gobierno han firmado un acuerdo con Intel para ayudar