Actualmente hay más de una guerra encubierta en juego. Los países disputan estas guerras en base a tecnología, al tráfico de la misma, y con ello intentan lograr la hegemonía, el declive del otro, del rival más cercano. Para dominar esta guerra, los países llevan años ayudando a ciertas empresas punteras para impulsar su dominio, pero ¿estamos en el punto dónde van a tener que invertir en sus desarrollos?