En el mundo real no podemos controlar el tiempo, que pasa inexorable y, como recordaba el poeta, es como el agua que se nos escapa entre los dedos de las manos. Pero en los videojuegos es otra historia porque tenemos ejemplos de narraciones que nos llevan a otras épocas, o simplemente nos permiten avanzar y retroceder brevemente para completar cualquier objetivo que nos tengan encomendado. Sea como fuere, vamos a