Por estos días resulta imposible hablar de Samsung y no hacer referencia al fracaso de Galaxy Note 7, un producto que debió ser retirado del mercado por sobrecalentamiento de la batería y casos de igniciones. Es complejo no referir a aquel hecho, sobre todo cuando se examinan los próximos pasos de la división móvil de la compañía surcoreana. Y en este horizonte aparece el Galaxy S8, el venidero insignia de