Cuando Microsoft se dispuso a diseñar su nueva consola, la Xbox Series X, aspiraban a construir la consola más potente jamás creada, ofreciendo todas las innovaciones tecnológicas disponibles en la generación actual y que fuera capaz de ofrecer un rendimiento constante y sostenido sin importar la situación. Para ello, crearon la tecnología Xbox Velocity, definida por la compañía como el «alma de la consola», y que en este artículo vamos