Aunque parezca inofensivo, pero el mandar mensajes siempre por WhatsApp puede ser peligroso, además porque crea cierta adicción en algunas personas y así como también deja huellas difíciles de controlar y después borrar. Esta controvertida conducta puede incluso llegar a generar problemas de aprendizaje, reducción de la capacidad de retención y disminución de la valentía. En conclusión, lo que desarrolla es una reducción de la capacidad de retención del individuo