Si bien los fabricantes de placas base, y la propia Intel, afirmaron que la total compatibilidad de todas las placas base que se habían fabricado para los procesadores de la 8ª Generación Core (que equipan los chipsets de la serie Intel 300) con los procesadores de la reciente 9ª Generación Core, parece ser que las cosas no son tan brillantes como lo han querido pintar desde ambos lados. Y