Cuando Valve lanzó su consola portátil al mercado, la Steam Deck, el hecho de que su almacenamiento fuera ampliable fue una grata noticia para muchos usuarios, ya que nos abría las puertas a comprar un SSD e instalarlo nosotros mismos para mejorar su capacidad de almacenamiento. Sin embargo, hay muchas limitaciones a este respecto, como el hecho de que el SSD tenga que ser por fuerza de formato M.2