Cuando uno imagina a la fotografía previa al siglo XX automáticamente visualiza gente quieta, en posiciones extrañas, asistida por armazones y sillas especiales para mantenerse firme durante las largas exposiciones, pero esas y otras restricciones técnicas desaparecieron en cuestión de décadas, a un punto tal que la fotografía callejera y la cámaras ocultas se convirtieron en algo viable. Eso quedó comprobado gracias al trabajo del matemático noruego Carl Størmer, quien