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Lo han establecido a través de un acuerdo voluntario. Los niños del condado de Wicklow podrán acceder a los dispositivos móviles cuando pasen a la secundaria.

La asociación de padres y las escuelas del condado de Wicklow, Irlanda, han decidido que los niños no deben tener un smartphone hasta que comiencen la secundaria. Esta iniciativa tiene como objetivo evitar que los menores se expongan al material adulto o la ansiedad que las redes sociales y otros medios provocan.

Límites acordados

Lo más curioso de la medida es que no se ha canalizado en una ley, es un pacto voluntario. La idea del acuerdo es que al establecer esta norma en común los niños afectados no se sientan especialmente perjudicados. También le facilita la decisión a los padres.

En la práctica, la restricción, estemos de acuerdo o no, no es diferente a otros límites establecidos por los padres cuando educan a sus hijos.

El código es voluntario y los padres pueden decidir que el beneficio que supone el uso de un smartphone por parte de sus hijos es mayor que el perjuicio. Los niños no son robots producidos en masa y para muchos puede ser una buena opción, o un instrumento necesario para mantener el contacto con sus padres.

Repercusión

La iniciativa llamó la atención de otras asociaciones de padres en Irlanda. Por su parte, el ministro de salud de dicho país, Stephen Donnelly, ha recomendado que se establezca esta política a nivel nacional.

En lo que se refiere a los niños, los más pequeños parecen haber aceptado la medida en tanto se aplica a todos y por tanto es justo. Los que están un poco más cerca de la pubertad lo han tomado con cierta resignación.

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