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Como consecuencia de este infortunio no es capaz de recolectar energía solar. Sin embargo, sus dos módulos de exploración han sido desplegados exitosamente.

La agencia espacial japonesa, JAXA, ha publicado imágenes de su misión a la Luna. En una de ellas, tomada por el módulo de exploración SORA-Q (LEV-2), puede verse a la sonda SLIM cabeza abajo. Como el lector se imaginará esta posición no era parte del plan original y explica porque los paneles solares no estaban produciendo le energía que debían luego del aterrizaje.

La sonda llegó al satélite con un 12% de batería.

Puede fallar

La SLIM tenía un equipo de navegación visual que le permitía conducirse de forma autónoma durante el descenso. De esta manera se esperaba que realizara un trabajo más preciso. Un algoritmo de procesamiento de imágenes comparaba las capturas realizadas de forma previa con lo que sus sensores captaban en tiempo real.

El problema puede no haber sido este sistema. En una de las imágenes se advierte que uno de sus motores principales se desprendió, lo que la obligó a realizar el descenso con uno solo. Se especula que esto habría causado que terminara cabeza abajo.

La buena noticia

No todas han sido malas. A pesar de aterrizar con la cabeza, los dos módulos de exploración de la sonda han sido desplegados efectivamente. Son los primeros robots completamente autónomos encargados de examinar la superficie lunar.

JAXA ha catalogado el resultado de la misión como un éxito mínimo.

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