El equipo consta de unos lentes de realidad aumentada y una cofia con electrodos. Las señales del cerebro son traducidas a imágenes abstractas que representan el estado de ánimo del usuario. La realidad aumentada tiene muchos usos posibles, pero como principio fundamental intenta ofrecer información extra y de utilidad sobre nuestro entorno. Pueden ser datos de interés público, anotaciones personales o información comercial y anuncios. La Universidad de Monash