Un reciente reporte revela la dificultad que tiene la empresa para imponer condiciones a sus proveedoras cuando estas no cumplen sus estándares de condiciones de trabajo. Comparte esta noticia!

Las grandes empresas suelen tener grandes problemas, sea por una cuestión de escala, intereses o porque el poder corrompe.

Esto no quiere decir que sus ejecutivos no puedan tener buenas intenciones, simplemente que hay muchas razones por las que las cosas pueden salir mal.

Contratos

Hace unos días el Washington Post publicó una investigación en la que señalaba que uno de los proveedores de Apple utilizaba mano de obra forzada.

Según antiguos empleados de la compañía varias razones evitaron que Apple pudiera imponer normas sobre sus asociados. Pocas fabricantes pueden alcanzar los niveles de cantidad y calidad demandados, y Apple ha preferido evitar las demoras en vez de cortar lazos con las empresas en falta.

En 2013 cuando se descubrió que Suyin Electronics empleaba a menores de edad Apple evitó establecer nuevos contratos con dicha firma, pero mantuvo los existentes, lo que supueso 3 años más de colaboración.

Otro caso señalado es el de Biel Crystal, una empresa que fabrica los cristales para las pantallas de los iPhones. Apple descubrio que la cultural de seguridad, salud y ambiente era pobre en todos los niveles. La compañía exigió una serie de cambios. Muchos de ellos todavía no se han implementado y Apple no ha removido a Biel de su cadena por temor a quedarse con una sola proveedora.

Medio ambiente

Recientemente Apple ha atado las bonificaciones de sus ejecutivos a ciertos objetivos sociales y de medioambiente. De esta manera la empresa espera impulsar el cumplimiento de los estándares que se ha fijado con anterioridad.

Lo dicho implica mayor diversidad en la fuerza de trabajo y una apuesta por la energía renovable y el reciclaje. Estos factores, junto a los financieros, serán tenidos en cuenta cuando se decida una variación de hasta el 10%.

Apple una vez más tiene buenas intenciones, y no hay motivo para creer que no sean en principio sinceras. El problema es que cuando los conflictos no están directamente relacionados con la empresa y los intereses económicos son importantes los ideales se comprometen.

Y casi nadie compra o deja de comprar un iPhone por motivos éticos.