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Si bien los fabricantes de placas base, y la propia Intel, afirmaron que la total compatibilidad de todas las placas base que se habían fabricado para los procesadores de la 8ª Generación Core (que equipan los chipsets de la serie Intel 300) con los procesadores de la reciente 9ª Generación Core, parece ser que las cosas no son tan brillantes como lo han querido pintar desde ambos lados. Y es que, hay veces que cuando se instala uno de estos últimos procesadores en una placa base, esta no es capaz de arrancar con él.

Una de las cosas que tienen los saltos generacionales, cuando se comparte el mismo socket, es que si compramos una placa base antigua, es muy probable que nos llegue a nuestras manos con una versión de la BIOS desactualizada. Si lo que queremos es instalar un procesador moderno en estas placas, lo primero que deberemos es actualizar la BIOS de nuestra placa base, para que el nuevo procesador funcione correctamente.

Este proceso no debiera de ser algo complejo de llevar a cabo si el procesador es soportado por una de las BIOS más modernas de la placa. Pero ¿qué ocurre cuando, aun dándose esa circunstancia, la placa base se niega a arrancar con el nuevo procesador? Porque ese mismo problema es el que se están encontrando varios usuarios de equipos Intel, cuyas placas base que montan los chipsets Intel H310, H360 y H370 se niegan a arrancar cuando se les monta un procesador de Intel de su 9ª Generación Core.

Las placas base de GIGABYTE no tienen este problema

Aquí el problema viene cuando fabricantes como ASUS y MSI han asegurado que podríamos insertar una de los nuevos procesadores de 9ª Generación en cualquiera de sus placas base, independientemente de su antigüedad, y la placa base al menos arrancaría lo justo para que el usuario pudiera actualizar la BIOS a una más moderna, que soportara todas las características de los nuevos procesadores. Pero la mayoría de placas base de la gama baja de los fabricantes no son capaces de hacer esto. Simplemente, no dan señal.

Sin embargo, las placas base de GIGABYTE, por el motivo que sea, sí son capaces de arrancar y llegar hasta la BIOS para que la podamos actualizar a una versión más reciente de aquella con la que nos ha llegado. Esto, desde luego, nos va a  librar de muchas preocupaciones a la mayoría de usuarios. Porque diagnosticar el motivo por el que no arranca una placa base no suele ser un problema sencillo de hacer. Sobre todo, si carecemos de más hardware con el que testar.

Actualmente, hay muchas tiendas online que pueden enviarte la placa base con la BIOS ya actualizada, para que no tengamos problemas a la hora de montar un nuevo procesador. Pero, claro, esto lo hacen cobrando una tarifa (aunque algunas, por suerte, lo hacen gratis). Sin embargo, si las cosas se hicieran bien, no debería de ser necesario llegar hasta este extremo, dado que el propio usuario debiera de ser capaz de actualizar la BIOS de su placa base si lo que han prometido los fabricantes de las placas base, realmente se cumpliera.

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